Mostrando entradas con la etiqueta Cosas mas frecuentes de lo que imaginamos. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Cosas mas frecuentes de lo que imaginamos. Mostrar todas las entradas


Escribir debe ser algo que te guste hacer.
Algo que disfrutes.
Algo que te permita expresar todo lo que a veces la voz no es capaz de pronunciar.

Pero tal vez en más de una ocasión te haz preguntado sobre que escribir.
Las ideas no fluyen.
No parece haber tema interesante.
Terminas por frustrarte y dejas tus ganas de escribir para otro día en el que te sientas más "inspirado".
¿Sobre que escribir?

Escribe sobre una serie nueva.
Escribe tu opinión sobre un acontecimiento actual.
Escribe sobre tu día.
Lo que te gusta.
Lo que te disgusta.
Escribe sobre el futuro.
Escribe sobre el ayer.
Escribe lo que te gustaría realizar en 5 años.
Escribe sobre tus temores.
Escribe sobre tus pasiones.
Escribe una carta a alguien con cosas que siempre le quisiste decir y nunca te atreviste.
Escribe una historia contigo como protagonista.
Escribe un cuento de terror.
Escribe una carta a tu yo de hace 10 años.
Escribe el guion de una película que te encantaría ver.
Escribe sobre tu familia.
Escribe sobre tu mascota.
Escribe tus ideas.
Escribe para un destinatario imaginario.
Escribe para ti.
Escribe para ordenar tus pensamientos.
Escribe sobre las estrellas.
Escribe tus sueños.
Escribe tus pesadillas.

Escribe, escribe, escribe.

Siempre habrá alguien dispuesto a leerte.
Pero nunca dejes de escribir.

-Kari Rodríguez


Ya tenia rato que no pasaba por acá, no se que me paso pero hubo días en las que simplemente no podía tomar un lápiz para escribir unas cuantas lineas. (Del ordenador mejor ni hablamos...)

Me dio el temido "Bloqueo de escritor"

No se si se alguna vez te haya pasado, pero tener un bloqueo es muy frustrante. No puedes hacer nada porque no tienes ideas, todo tema te lo cuestionas continuamente y terminas más bloqueado y  más molesto que antes.

Eso se quita poco a poco y distrayendo tu mente en nuevas actividades, conociendo nuevas personas, explorando, ir a caminar. Cosas que te alegren y te motiven a superar ese bloqueo.

Cambiando de tema, estoy en un momento de mi vida donde analizo tooodo lo que hice este 2015.
Fue un buen año, pues la verdad tuve mucha salud y a mis seres queridos aún reunidos.
Pero si nos ponemos a analizar todos los propósitos que escribí en uno de mis diarios al inicio del año, muy pocos se cumplieron. En ese sentido fallo un poco (mejor dicho, falle yo al no ser constante en cumplirlos) la organización.

¿Se acuerdan la entrada donde le comentaba a mi familia (tíos, abuelos, primos) que ya me había cansado de evitarlos y evitar temas donde se tocaban temas "incómodos"? Bueno, pues esas palabras fueron un desahogo muy fuerte y algo que tenia a intención de publicar hace muchos muchos meses. Es una de las cosas que me siento orgullosa de haber hecho antes de que concluyera este año.

Hay muchas otras cosas que aún se pueden realizar antes de que llegue el 1° de enero del 2016.

Todavía tenemos oportunidad de cambiar algo en nuestro estilo de vida, en nuestro entorno o comunidad. Incluso en nosotros mismos.

Por lo pronto, haré un resumen de todo lo que me gusto y lo que no me gusto y la manera para solucionar lo anterior ;)
Les compartire aqui las conclusiones, pero esa será en otra entrada.

¿Y a ti? ¿Como te trato este 2015? ¿Fue un año bueno, malo o regular? ¿Que cambiarías si tuvieras la oportunidad de repetirlo por completo?
Abajo en los comentarios puedes responder a estas preguntas. Siéntete libre de expresar tu opinión.
Este espacio es para ti, para compartir, para desahogarnos y compartir.


Un saludo y de nuevo, gracias por leer


A veces me preguntaba que se sentiría ir por el mundo sin pensar por un momento en todo lo malo que podría ocurrir en mi vida.

Imaginaba situaciones apocalípticas en los distintos ámbitos de mi existencia.
Gastaba demasiada energía en parecer una persona segura de si misma para agradarle a personas desconocidas y transmitir una falsa sensación de confianza (cuando ni yo misma me lo creía).

Continuamente me sorprendía imaginando (o dando por sentado) lo que otras personas pensarían de mi al ver mi ropa, mis zapatos, mi cabello, mi cara, mi sonrisa. En fin, que me preocupaba por lo que otros pudieran pensar al verme.

Un día, me canse.
Dije: "Basta" "Al demonio, estas personas no son nada relevantes en mi vida como para preocuparme por lo que piensen sobre mi"

Y era cierto, muchas de esas personas que en su momento me parecían importantes por sus opiniones o actitudes conmigo, al día de hoy no se han vuelto a cruzar por mi camino.

Eso fue cuando yo tenia como 15 y 17 añitos, mas o menos.

A la fecha, estoy cerca de cumplir los 25 y me siento mucho mas liberada desde entonces.
Me preocupa mi apariencia para gustarme a mi misma.
No para complacer a otros, si no para sentirme cómoda conmigo siempre.

Mi postura cambio de manera radical.
Camino ahora siendo una mujer que va por ahí, confiada porque se siente feliz con su cuerpo, con su autoestima, con su vida.

Los escenarios que alguna vez imagine, jamas se cumplieron.
Fue mas mi mente loca y paranoica la que se encargaba de transmitirme miedo con posibilidades absurdas de un futuro incierto.

Todo lo que nos detiene comienza en la mente y termina en la misma.

Aquello que te impide ser feliz solo continuará deteniéndote si tu se lo permites.

¿Que hay de ti?

¿Caminas por la vida de manera tranquila y sin preocupaciones?
¿Te preocupas por lo que otros piensan de ti?
¿Que opinión tienes sobre ti mismo?
¿Es una buena o mala opinión?


Comparte en este espacio como te sientes,
o cuando fue el momento en el que también decidiste hacer algo para cambiar tu percepción sobre algo que te incomodaba.

Recuerda, este espacio es para ti.

Un saludo, nos leemos aquí abajo.



Hace unos días tuve un colapso emocional muy fuerte. Me pego muy cabrón la soledad, la tristeza, los sentimientos y todas las palabras que llevaba guardadas desde hace como 5 años (Una disculpa por las palabras un tanto fuertes para algunos, pero esta entrada esta escrita de una manera muy sincera y me gustaría mantener la fidelidad al texto original que escribí en mi sketchbook)

Me derrumbe por completo, estuve varios días con el animo por los suelos.
"Lo mas difícil de esto, era tener que aparentar que todo estaba bien con los amigos, compañeros y familiares". 

Imaginen esto: se sienten tristes (por cualquier motivo) y no quieren contárselo a nadie de sus amigos mas cercanos. Llegan a su hogar y su familia los recibe con una sonrisa, ellos los conocen mejor que nadie y saben que algo les molesta. Intentan acercarse a ustedes, pero ustedes no pueden (o no quieren) que nadie conozca el motivo de su pena. A lo mejor piensan que "eso" es tan tonto que la verdad no merece la pena molestar a otros con sus problemas tan "insignificantes".
Llega la noche, e inevitablemente llega la hora en que miran al techo de su habitación con el alma en un hilo. Quieren hablar, quieren que alguien los escuche, lo necesitan con todo su ser.
Pero no hay nadie.
Se sienten solos.
Y la soledad es una pésima compañía.
No hay palabras para expresar sus sentimientos (o quizá si hay, pero ustedes no las conocen) y eso se vuelve más frustrante.
Se sienten extraños, débiles y a lo mejor sienten rabia con ustedes mismos por reaccionar asi a "algo" que consideras de mínima importancia.

¿Podría tratarse de Alexitimia? ¿O simplemente a algunas personas se nos dificulta un poco más expresar lo que sentimos?

En mi caso, creo que se trata más de lo segundo.
Siempre se me ha dificultado mucho el comunicar a otras personas que es lo que sucede con mis emociones y sentimientos. 
Esto llega a convertirse en un problema cuando comienzas a aislarte poco a poco.
No tanto físicamente, más bien emocionalmente. 
Y eso si es un problema, porque la vida esta ahí y tu estas alejada de ella.
Y te privas de muchas oportunidades y de conocer gente nueva solo porque no sabes decir que es lo que sientes en e momento adecuado.

Luego, llega el día en el que ya no puedes más y necesitas ayuda.
¿Pero como pides ayuda si no sabes ni expresar que es lo que te pasa?
No es sencillo, porque tienes que viajar a tu interior para reconocer donde se origino el problema que te impide expresarte desde entonces.
Se necesita valor, mucho valor para enfrentar a los monstruos del pasado.
Es una lucha muy muy cabrona que te revolverá hasta la ultima célula de tu ser, pero créeme que valdrá la pena.
Vuelves a la realidad con una sonrisa, contenta, alegre. Te atemoriza un poco como será tu vida de ahora en adelante, pero estas feliz porque de alguna manera tienes la certeza que lo más difícil ya ha pasado. Luchaste, enfrentaste y lograste vencer esa herida que te paralizaba por completo. Que te impedía avanzar en tu vida.

"Sabes que cada pequeña victoria presente en tu cotidianidad es el resultado de un gran esfuerzo por hacer un cambio en tu vida".

De repente, sientes como si despertaras de un sueño.
Que las palabras fluyen con mucha mas facilidad que antes.
Que las personas a tu alrededor te entienden mejor (y tu a ellas).
Que no estabas tan solo como creías.
Que lo que sientes no es algo del otro mundo, te das permiso de experimentar a plenitud cada emoción que se presenta en tu vida (sea agradable o no). 

Y la soledad a veces llega de visita.
Pero ya no te atemoriza su llegada.
La recibes con una sonrisa y le invitas una taza de café.
Platicas con ella un rato, y su visita se vuelve más corta de lo planeado.
Se despide presurosa y contrariada, porque no sabe que ya has cambiado.

Ese cambio fue (y será) siempre para bien.



Esta entrada es un poco mas personal, bueno si y no.

¿Recuerdan el texto sobre el miedo a volverse a enamorar? Pues bien, es una sensación muy extraña de explicar cuando sabes que tu temor es ilógico y totalmente irracional.

Hay muchas personas que conoces en tu vida y que con gusto quisieran compartir contigo su tiempo, sus alegrías y metas en común. Pero tu no eres capaz de aceptar esto.
Este tipo de temor intenso e irracional tiene nombre: filofobia.

La filofobia es el temor intenso y absolutamente irracional a enamorarse, a que alguien se enamore de ti o a establecer cualquier tipo de relación afectiva con otro persona (me refiero a una conexión mas intima, como ser novios o andar con alguien por ejemplo). Aunque en casos muy extremos, las personas que viven con filofobia se aíslan por completo por el temor de ser heridas por cualquier persona (amigos, familiares, etc.)
Su origen aún se debate, pero muchos profesionales están de acuerdo que este temor puede surgir debido a una experiencia traumatizante en el pasado o por acciones aprendidas de familiares a través de los años.

Últimamente este termino se puso de moda y en varios redes sociales no falto el adorable anónimo que compartió la imagen con el texto: "Ese soy yo, soy filofobico" "Ese es mi problema" etc.


Una cosa es tener un miedo racional a enamorarse (que la otra persona no sienta lo mismo por ti, que tu pareja pueda engañarte, etc.) El amor siempre es un riesgo pero esto no hace que te paralices. 

Todos tenemos temores al iniciar un nuevo romance, padecer filofobia es frustrante porque quien lo padece se boicotea a si mismo (sin ser consciente de esto) con el único fin de convencerse que las relaciones potenciales son una perdida de tiempo porque están destinadas a fracasar.

La filofobia se presenta como un temor irracional al amor.
Si un aracnofobico ve una araña muy pequeñita (aunque sea inofensiva) en la pared de su habitación, los síntomas se desencadenaran de manera inmediata y su sentido de lucha o huida se activaran sin dudarlo.
Algo así sucede cuando un filofobico se da cuenta que podría estar enamorándose de alguien más. Comenzaran con una respuesta automática por luchar o huir con tal de estar fuera de "peligro".

Por lo general los filofobicos alejan a sus potenciales pretendientes con excusas o buscando defectos en la otra parte para convencerse de que esa relación no tiene futuro. 

¿Se puede curar la filofobia? 

Al igual que muchas otras fobias, existen terapias para lograr superar la filofobia.
El primer paso es reconocer que tal vez existe un problema. Buscar información y consultar con un especialista para un adecuado diagnostico clínico.
De acuerdo a las observaciones detectadas en el paciente, el especialista podrá decidir si es necesario implementar un tipo de terapia especifica para ayudar a superar este temor y que la persona sea capaz de vivir una vida plena.

Aunque no soy doctora ni mucho menos alguien para aconsejar sobre lo mejor para la salud de una persona, creo que una manera de ayudar a hacer frente a este tipo de fobia es hablar con alguien de entera confianza sobre la manera en la que la filofobia actúa en la vida de quien lo padece.
Sentirse incomprendido es muchas veces una carga silenciosa que se vuelve cada vez mas difícil de sobrellevar, lo que quizá poco a poco empuje al aislamiento por temor a parecer "raro".
Sentirse apoyado por las personas que quieres es una gran manera de superar mas rápido la filofobia.


Cariño, respeto y paciencia son las claves para lograr que un filofobico supere su temor y sea capaz de alcanzar la plenitud en ese aspecto de su vida.



Bibliografia:






¿De que manera te enfrentas a algo irreal?
Si desde pequeños se nos enseña que el amor es el equivalente a la ambrosía de los dioses.
Algo que nos permite existir en nuestro pequeño mundo imperfecto.
Te visualizas siendo feliz, arriesgándote nuevamente a sus efectos benevolentes en cada parte de tu ser. Sabes que no existe sensación más maravillosa que los efectos del amor llenando cada poro de tu ser.
Pero también sabes que hay un riesgo, el riesgo de salir lastimado nuevamente.
De sentir como tu mundo puede (otra vez) venirse abajo, derrumbarse.
De amar tanto que al final duela.
Porque siempre hay un final.

El ultimo final lastimo mucho.
Dejo heridas invisibles, únicamente perceptibles bajo tu propia piel.
Aunque supiste reponerte para que los demás no se preocuparan, desarrollaste en secreto una coraza tan poderosa que prácticamente es indestructible, nada pasa. O mejor dicho nada la traspasa.

Muchos han querido ayudarte, pero no saben que sus consejos no sirven de nada.
El único capaz de destruir esa pesada armadura eres tu mismo, porque tu la construiste y por tanto sabes mejor que nadie en que partes es vulnerable.

Quieres enamorarte, dejar atrás esa parte de tu pasado que solo te dejo tristezas y un trauma que cargas a todos lados con una obligación imaginaria que tu mismo te asignaste.
No es verdad que todos son malos en este mundo.
Hay personas muy buenas que están dispuestas a entregarte aquello que desprecias por temor: su propio corazón.

No puedo obligarte a buscar el amor así de repente, toma tu tiempo para recuperarte y sacar de tu sistema aquello que te impide ver mas allá del dolor.
Pero, procura que ese tiempo no sea mayor que las oportunidades de ser feliz que se te van presentando poco a poco.

La vida no espera, y tal vez un día te des cuenta que gastaste mucho tiempo esperando la oportunidad perfecta para volver a amar que nunca te permitiste conocer la otra cara del amor.

"El Miedo al amor se acaba, cuando somos capaces de enfrentarnos a quien solíamos ser y ayudarle con cariño a salir adelante".


-Cari Rodríguez




Me encuentro aturdida, algo me incomoda. Ya tenía muchos días sin que tuviera la oportunidad de teclear mis problemas. "Tal vez ese sea el motivo de mi malestar" me digo a mi misma, en un absurdo intento por justificar lo injustificable.

Estoy molesta; por todo y por nada. Porque hay un detonante que me incomoda y eso es que me censuren.

No me digas que no hable sobre un tema en específico.
No me pidas que me guarde mi opinión cuando sabes bien que es contraria a la que tú tienes.
No me digas que debo pensar.
No me digas que debo decir.
No me controles.
No controles que es lo que debo decir para no incomodarte, solo porque tú consideras que mis creencias son incorrectas.
No intentes callarme.
No intentes censurarme.

Cuando me dices eso, tengo la necesidad de hablar aún más fuerte. De que un mayor número de personas escuchen lo que quiero decir.

De rebelarme, de llevarte la contraria.

No solo soy yo; allá afuera hay muchos otros que como yo, únicamente buscan expresar su descontento, sus ideas, sus opiniones ante aquello que consideran importante.
No nos calles, porque hablaremos más fuerte.

Y así seguiremos, hasta que llegue el día en que todos seamos capaces de escuchar al prójimo y respetar sus ideas, sin que nadie nos diga: "no puedes decir lo que piensas porque es incorrecto."




Estas palabras fueron escritas hace 5 años (aprox.). En ese entonces yo aún continuaba por ese proceso de depresión, tristeza, confusión, miedo y ansiedad que a veces da por sentirse diferente. Por sentir que no sabes aún quien eres y continuamente finges para ser aceptadx por los demás.

Creo que mi subconsciente estaba muy molesta conmigo,por lo que era y por qué continuamente me auto-censuraba (#DramasDeLa Adolescencia) por eso el motivo de esta carta (que la verdad, ahora que la releo me sorprende todo lo que yo misma me mande decir).

Sin más, aquí está la reproducción fiel de esa carta que recién redescubrí hace poco:


"¿Qué te digo?
Ya han pasado casi veinte años y aún no termino de conocerte.
Me intrigas en extremo, me encantas, me fascinas y estoy absolutamente loca por ti.
De la misma forma te odio, te aborrezco, te desprecio de todas las formas que te puedas imaginar.
Ansió con desesperación cuando la soledad nos abraza, eres mi prisionera así como yo solo soy tuya.

Cuando tu mente se resiste a enfrentar la realidad,
Cuando tus pensamientos son tan claros que es posible reflejar tu tristeza,
Cuando el llanto te traiciona y te limpias las mejillas con coraje por mostrar debilidad ante mí,
Cuando tu orgullo roza con la soberbia tan característica en tu ser,
Cuando eres incapaz de admitir tus errores.

Quiero que sepas que yo te acepto sin importar que.
Incluso antes de conocernos ya te amaba,
te amé en todas mis vidas anteriores y te amare en todas las que vienen.

Pero no puedo amarte si tú no te amas primero.

Me gustaría que pudieras verte como yo te veo.
Me entristece al borde del sufrimiento el verte tan confundida, tan vulnerable, tan indefensa.

¿Es que acaso no lo entiendes? ¡Maldita sea! ¡Es imposible de explicarlo!
No le debes nada al mundo ni él te debe nada a ti.

¿A quién le pides perdón?
¿A tú Dios?
¿A mí?

De nuevo la ambigüedad de mis sentimientos se presenta,
Te amo con una locura demencial, imposible de describir en unas simples líneas.
Te idolatro con fervor pues eres mía así como a ti te pertenece mi ser.

A veces te odio, no resisto que tu existencia amargue la mía,
Hubo momentos en que yo misma quizá inducirte al sueño eterno,
Pero es porque tus sentimientos se mezclan con los míos
y no distingo cuales me pertenecen y cuales son de tu autoría.

Ya van veinte años, y aún existe mucha confusión en tu cabecita.
No sé porque piensas tanto, de esos veinte años, cinco equivalen al tiempo que has vivido con alegría.
15 años amargándote la existencia tú solita, no confías en quienes te rodean
y aunque muchos te han otorgado pruebas invaluables de su confianza,
tú te niegas a aceptarlos formar parte de tu vida por temor a ser herida.

Ellos no te lastiman, te lastimas tu misma al pensar así.
Estas destinada a grandes cosas pero tienes tanto miedo al cambio que te paralizas
Esperando a que las cosas se resuelvan por si solas.
Vives analizando y sin embargo no vives para vivir.

Te amo demasiado, es por eso que me veo obligada a escribir estas líneas.
Porque nunca más quiero verte tan acabada como te vi hoy:
Agachando la cabeza con vergüenza de ti misma.
Con tu mirada nublada a causa de las lágrimas que se negaban a salir.
Excluyéndote por considerarte indigna de quienes te rodean.
Sintiéndote inferior solo por ser tú misma.

Eres tan digna del amor como cualquier otra persona
Solo que te niegas a aceptarlo.

Te amo y te amaré hasta el día en que el universo deje de existir.

Déjate de dramas y decide de una vez comenzar a vivir."


Me ataco lo que se llama vanidad, ese  monstruo horrible que ataca a las personas que nos auto-proclamamos escritores y vamos por el mundo intentando convencer a los demás mortales de que se nos reconozca como a uno de los grandes de la literatura contemporánea. (Ja)

Es extraño, pero así fue. Comenzó de una manera sencilla, creando una página en Facebook con mi nombre y en el espacio donde te pide que describas de qué trata la página (artista, músico, cantante, etc.) Yo puse "escritor".

Me sentí grande, poderosa. Dije: "este es el primer paso para comenzar con mi vertiginosa carrera en el mundo de las letras, no hace falta más". "Soy la próxima estrella de la literatura mexicana, que digo mexicana, ¡latinoamericana!, no mejor: 'soy un futuro nobel de literatura que espera su momento de brillar´" :'D

Lo peor fue que cada palabra se instaló en mi mente, visitando esa parte de la personalidad que se cree superior a otros: el EGO.

Me convencí a mí misma de una manera tan increíble, que comencé a crear mi propia burbuja, ajena totalmente a la realidad.  Sentía que mis textos estaban al nivel de Vargas Llosa, Marques, Wilde, Saramago o Allende. (Pueden imaginar mi cara roja de vergüenza en este momento al recordar mi prepotencia °///° ) "Yo soy una escritora (que hasta ese momento no escribía mas que pequeñas historias en una desvencijada libreta que cargaba a todos lados y muy a veces en el blog) y merezco que el mundo me reconozca como tal" o al menos eso (creo) que pensaba. Patético, pero así fue.

Me preocupaba mucho la foto de perfil y de portada que mis potenciales seguidores notaran atractiva, lucir profesional ante todo (aunque el título de escritor lo llevara más que nada en el alma, no en hechos). Comencé a publicar en esa página frases motivacionales, de superación y citas de algunos de los personajes que mencione arriba. Ocasionalmente publicaba actualizaciones originales, textos "inéditos" exclusivos para los seguidores de Facebook. Contenido exclusivo para Facebook y no para mi blog. A crear imágenes con frases propias para firmarlas con mi nombre y compartirlas en un intento de que estas se volvieran virales y llegaran a más personas, para que me conocieran y me regalaran sus likes. Y comencé a caer aún más en este juego del EGO del que somos presas fáciles los pichones a escritores: el yo, yo y yo.

Ya con eso, suponía, tenía asegurado mi desarrollo y formación en el mundo de la letras.
Me sentía reconocida, importante, cuando alguna persona le daba likes a mi página, me seguía auto convenciendo de que mi "fama" como escritora estaba comenzando a regarse como pólvora en el cielo. Y sería la nueva estrella del mundo de las letras.

Ja ja y otro ja.

Más tarde que temprano, volví a la realidad.

Me di cuenta que había muchísimas personas como yo. Personas que rondaban entre los 20 y 25 años, de mi misma generacion más o menos, que también habían creado su propia página de Facebook, que también les gustaba escribir y que como yo, también se autoproclamaban (casi con mayúsculas para dar énfasis a la palabra) escritores, que con cada like a la misma, su EGO crecía tanto como el mío.
"¿Por qué tiene tantos likes? ¡Si ni escribe tan bien! Yo escribo mejor" *refunfuño*

El psicólogo Carl Jung afirmaba que aquello que nos disgusta en otros, es únicamente el reflejo de nuestra propia sombra. La proyección de aquello que nos molesta en nosotros mismos y que nos negamos a aceptar como propio.  Y de repente...¡BUUM! Ahí estaba mi respuesta.

Comencé a investigar (En lugar de ponerme a escribir) que era lo que hacían estas otras personas para tener un mayor número de likes en sus páginas con sus nombres. (Debo dejar en claro que mis "investigaciones" se concentraron en personas que rondaban mi edad y algunos mas jóvenes que yo) Para mi sorpresa, ninguno (o muy muy muy muy pocos) habían trabajado realmente sus habilidades de escritor. Casi todos hacían lo mismo que yo en un intento por parecer originales y sobre todo "profesionales".

Hacerse el interesante, guardar las apariencias todo el tiempo, publicar fragmentos de pequeños poemas para recibir elogios a nuestra capacidad literaria. Queremos fama rápido y la queremos ya. Hacer de todo menos escribir como se debe cualquier proyecto: una novela, un cuento, comprometerse en serio con un blog, con un poema, con un ensayo o con un artículo del tema que sea. Juzgar a otros solo para comparar la calidad de nuestro trabajo. Al menos eso es lo que sucede con las generaciones más jóvenes (incluyo la mía): creemos que con tener acceso a internet, y un numero alto en cuanto a seguidores en nuestras redes sociales, tenemos lo más que suficiente para ser escritores.

Y no. "Eso" queridos amigos no nos vuelve escritores en el sentido estricto de la palabra. Nos vuelve community manager de nuestra propia marca, de nuestra propia página en las redes sociales que no hace más que seguirle el jueguito al EGO buscando seguidores para que nuestro "Súper yo" se sienta apreciado e importante.

Estuve un tiempo con estas reflexiones internas, cavilando y cavilando, hasta que un día (y por casualidad) encontré el blog de Vida de escritores, un sitio que explica con gifs (en extremo cómicos, debo decir) esas situaciones que llegamos a pasar los que nos hacemos llamar escritores y los que son reconocidos como tales por otras personas.

Vida de escritores es la neta dicha con Gifs para bajarnos un poquito de las nubes y ponernos los pies en la tierra a quienes nos apasiona escribir, reírnos un poquito de nosotros mismos y de nuestro anhelo por creernos importantes cuando no hemos hecho nada para que se nos reconozca como tal. Vida de escritores es como su lema lo dice: "De la literatura o de cómo los escritores la destruyen".

La literatura ha pasado a segundo plano, lo que importa el día de hoy (o al menos como venimos entendiendo desde hace varios años el concepto de escritor) es cuantas personas te siguen en twitter, en Facebook o en cualquier otra plataforma que ayude a medir tu popularidad en cifras.

Por mi parte, olvide que el motivo de crear esa página de Facebook fue para compartir las entradas de mi blog, mi trabajo y mis textos. Hacerle promoción al pedacito de internet que yo había construido como mío y que guardaba en él, el esfuerzo de mis primeros intentos en el mundo de las letras. Me desvié del propósito central de la página y comencé a hacerme promoción sin nada que promover.

Aun me falta un millón de años para que mis textos tengan la calidad que aspiro algún día obtener. Sin embargo, ya le baje a la intensidad en esto de Facebook. Ya no busco parecer un "importante y reconocido autor" con frases rebuscadas sacadas de los confines de algún libro imaginario que mi mente aun no publica, o compartir imágenes que dejen en claro que soy "escritora".
Simplemente soy una muchacha que le gusta escribir y que busca su propia voz cuando cuenta una historia, en alguna revista, un texto o algún otro medio.

*Esta entrada no pretende ofender a nadie, únicamente busca compartir contigo una reflexión personal sobre la búsqueda de los 15 minutos de fama que erróneamente, todos pensamos ser merecedores al auto-proclamarnos escritores sin haber escrito mucho o casi nada.
Así nos pasó a la mayoría (no a todos, aclaro) cuando comenzamos, y está bien darse cuenta para reírnos un poco y evitar caer en los mismos errores en un futuro.

Como dijo un amigo: "Quieres ser escritor, eso implica buscar tu propia voz, tu propio estilo. Innovar y ver que funciona para ti. No imites el estilo de otros porque con el tiempo se va perdiendo tu esencia, y lo que amamos de los escritores consagrados es eso: la manera tan única que tienen para describir el mundo a través de sus palabras."

Mi amigo me saco una lagrimita :')

Y yo creo que tiene razón.

Doris la gata

Debo confesar algo: yo era de esas personas a las que simplemente con oír la palabra gato se les dibuja una expresión de desagrado total en la cara.
Hasta hace un año, yo era enemiga jurada de los felinos.
No me gustaba siquiera verlos, lo mio eran (y todavía, pero menos) los perros.

Pero (porque existe un "pero") todo cambio cuando Doris llego.

Yo no lo busque, solo se dio.

Una noche, mientras escribía a altas horas de la madrugada, una gata siamés comenzó a maullar afuera de mi ventana.
"-Gata loca, se confundió-" pensé y no le di mucha importancia.
Sin embargo, los maullidos continuaron de manera insistente  toda la noche.
Por la mañana la gata se había ido. (Ilusamente) pensé que no volvería y todo quedaría como una anécdota que compartir con la familia.

Pero no.

La misma escena se repitió por tres noches más, (TRES).
Cansada por sus maullidos, hice lo mas lógico que se me ocurrió: dejar entrar a un gato desconocido a mi cuarto en plena madrugada.

Al principio pensé que la gata me tendría tanta desconfianza como yo a ella, y simplemente se cansaría y se iría.
Para mi sorpresa, la gata entro a mi recámara por la ventana con absoluta confianza, como si nos conociéramos de toda la vida.
Poco a poco le fui perdiendo el miedo (porque seamos sinceros, me estaba muriendo por dentro al imaginar que el animal me atacara de pronto, o algo igual de dramático y estúpido como este pensamiento), pero eso tampoco sucedió.

La gata se tumbo en el suelo y comenzo a lamerse las patas (mientras yo la miraba desde el otro lado de la habitación todavía con recelo) hasta que termino y se quedo dormida.

Lo demás es historia: la gata se quedo en mi casa como nueva mascota de compañía.
En un principio, y por consenso familiar, habíamos decidido llamarlo "Dorian" (Por "El retrato de Dorian Gray" de Oscar Wilde) luego descubrimos que era hembra, así que mejor le pusimos "Doris" (LOL).
No tuve el corazón de llevarla a un refugio (ni de sacarla de nuevo a la calle), además, después de un tiempo me di cuenta que estaba entrenada para ir al baño en arena y avisar con maullidos cuando necesita salir al patio a hacer sus necesidades... y es muy cariñosa, ¿hace falta decir más?

Hace tres meses Doris tuvo hijitos, y ella me dio la oportunidad de acompañarla durante el parto (si, yo misma admito que lo ultimo se lee muy cursi, pero así fue).
Por cierto, ¡ya tengo otra gata! Se llama Richard Parker (en referencia al tigre que aparece en el libro y película homónima "Life of Pi"), es hija de Doris. (Eso de poner nombres a los animales nunca se me da, siempre les cambio el genero). Nunca antes había tenido un gato bebé como mascota, solo diré que son adorables.

Richard Parker
Nunca creí que un gato fuera tan cariñoso, fiel y noble como ellos me han demostrado.
Tengo que admitir que tenia muchos prejuicios contra estos animales (algunos infundados).

Solo espero que si alguien esta en una situación parecida a la mía, donde los prejuicios pesan mas que la razón, se de una oportunidad para conocer aquello que tanto cree que le desagrada y aprender sobre algo que quizá, únicamente rechaza por temor o ignorancia.

Un saludo y gracias por leer esta extensa entrada ñ.ñ

(yo) Cats everywhere 



Creo saber quien soy, he pasado muchos años conmigo misma como para darme cuenta de ciertas cosas sobre mi:
Se que no me gusta madrugar y que la mayor parte de mis escritos son creados a altas horas de la madrugada.
Se que la mayor parte de mis problemas pudieran evitarse si lograra ser capaz de mantener mi bocota cerrada y no hablar de más en algunas situaciones. :v
Se que a veces me pongo un poco nerviosa para interactuar con extraños pero soy capaz de hablar ante un publico numeroso sin conocer la palabra "miedo".

Se que soy lo anterior y un sinfín de cosas que no alcanzaría a contar aquí, sin embargo, hay ocasiones en las que no puedo evitar preguntarme: "¿Quien soy yo?" o ¿como me puedo definir?


"Eres hermosa, como un hermoso trozo de pizza"
No me gusta definirme, porque hacerlo significa limitarse a un solo significado.
Soy muchas cosas, aunque a veces no sepa como le digan otros a todo lo que yo soy. 
Todo lo que yo represento.
Porque vivo con la idea de que todos representamos algo (una idea, un objetivo a cumplir, un sueño, etc.) algo en lo que creemos de manera total y que de alguna forma llevamos tatuado en el alma y lo reflejamos con nuestras palabras, nuestro comportamiento, nuestras acciones, nuestras actitudes.
Y de lo anterior, puede surgir toda una filosofía, el aceptarte a ti mismo con cariño, sin etiquetas impuestas por otros (o por ti mismo).
Dejar de regañarse porque no eres como te gustaría ser y comenzar a felicitarte por lo que si eres.
Dejar de menospreciarse, de compararse con personas que han vivido experiencias de vida diferente a las tuyas y por tanto imposibles de medir y mucho menos de comparar.

"No soy como a mi madre le gustaría que fuera, no soy como a mis tías y tíos les gustaría que fuera, no soy como a mi comunidad le gustaría que fuera, no soy como nadie le gustaría que fuera."
Y lo anterior no es motivo para decepcionarse, pues todas las personas que mencione antes no son como a mí me gustaría que fuesen.

Hay que dejar ir aquello que incomoda, alejarse del sufrimiento por el apego.





Un saludo y gracias por leer \(^.^)~
Parece que estoy muerta, pues no hago acto de presencia tan seguido por aquí.

No es por falta de interés, eso lo puedo jurar, es por falta de tiempo. 

La mayoría de mis problemas en la vida se podrían evitar si yo tuviera la capacidad bien desarrollada de poder organizar mi tiempo para lograr mis objetivos de manera eficiente.

Algo tan simple como dejar de llegar tarde (poquito, casi nada) o cumplir con todos mis deberes (trabajo, escuela, cosas del hogar, este blog y varios fanfics por terminar) son áreas en las que continuamente me encantaría "ser un poco menos yo".
"Como sea, de todos modos voy tarde"


Hehehe como sea, hace un par de días que estoy con este pensamiento en la cabeza, entonces 
¿que me detiene
Prácticamente no hay ningún motivo físico que me obligue a no llevar a cabo mi cometido, es más bien una cuestión de voluntad. 
Quiero cambiar, o al menos mi parte racional me repite constantemente que eso es lo que se supone "debería" hacer.

Tal vez es miedo al cambio, ya sabes, una parte de ti se niega a establecer un nuevo habito porque de alguna manera imaginas que será imposible de lograr y que a final de cuentas es algo que "ni querías tanto hacer".

¿Para que intentarlo entonces?

Intentar cosas nuevas sin pedir la opinión a esa vocecita en tu cabeza que continuamente te dice que es mejor quedarte como estas, es una de esas cosas que todos deberíamos saber pero que nunca nos enseñaron (o no quisimos aprender). Una gran parte de la población comparte (de algún modo) un deseo de cambio en sus vidas, algo para ser mejor.

Ahora que he escrito estas lineas me queda claro que debo aplicarme si quiero lograr todo lo que deseo (sin llegar tarde ni quedarme sin tiempo) :v
Por lo pronto, prometo que actualizare con más frecuencia e intentare no poner más excusas de procrastinación al final del día.



Un saludo y gracias por leer \(^.^)/

Es viernes, uno de mis días favoritos. El otro es el sábado, y por ultimo el martes. Por extraño que parezca, no me gustan los miércoles. Son los días más difíciles para mi reloj interno. Son eternos y cada minuto parece durar horas.

Lo mejor de los viernes son las horas como estas, donde puedo sentarme frente al ordenador por muchas horas seguidas a navegar por la red. Visito muchas páginas de artistas de fanart, algunos muy buenos y que logran impresionarme con su increíble talento.

Aprendo un poquito de cada uno de ellos. En lo que todos coinciden es que el talento no es un don, es una habilidad correctamente desarrollada. Algo así como escribir.

Tienen razón, pero me llega una duda de inmediato: ¿Se puede desarrollar una habilidad sin darse cuenta? Tal vez si, con base a la repetición los conocimientos se van quedando grabados en el subconsciente. Pero si no te das cuenta, esa habilidad no te ayuda mucho. Está ahí, pero no sabes que tienes esa habilidad. Es como si estuviera dormida.

Los viernes me obligan a reflexionar, ojala los demás días me obligaran a realizar algo diferente: que los lunes me hicieran crear algo nuevo, los martes a soñar un mundo nuevo, los miércoles que pasaran rápido, los jueves me ayudaran a mejorar en mi vida personal y los fines de semana que sirvieran para descansar. Ver la tele o algunas películas que llevo meses posponiendo.

Pido demasiado, estoy consciente de eso. En especial porque estoy inmersa en una rutina muy difícil de romper. Las rutinas asesinan sueños, son dañinas para la salud y para las personas.
Continuare navegando en internet, no hay mucho que hacer hoy.


Quizá preparar un café mientras escucho en el fondo las voces de la tele, o quizá veré videos de miedo para no dormir hoy. Ya las posibilidades saldrán poco a poco, al fin de cuentas es viernes, y los viernes no hay un plan escrito.


Hoy es el segundo día que paso en cama gracias a una enfermedad tan común como la gripe.

Es extraño, a pesar de ser una enfermedad tan común, no por eso deja de ser más sencilla de llevar: los dolores de cabeza son intensos, mi cuerpo sufre de escalofríos constantes, mis mocos son abundantes y mi voz se escucha como un patético intento de sonido coherente que intenta explicar mi estado de ánimo.

Estoy jodida, me siento jodida y me veo muy jodida.

Me siento mal, mal por ser tan quejumbrosa. Está claro que esta enfermedad no es ni las migajas de una enfermedad grave o dolorosa que aquejan a millones de personas en el mundo.

Tal vez por eso esta enfermedad tan pasajera que termino por tumbarme en cama sea una forma de decirme lo afortunada que soy por tener salud los demás días del año. Si duele, duele más el tragarme mi orgullo ante mi hermano cuando le reprochaba su falta de salud porque no comía tanto limón como yo y por eso llevaba casi un año sin enfermarme así.

Sin embargo, algo me hace sentir mejor. Es el cariño con el que mi mamá me cuida en momentos como estos. Ya tengo veintitantos y anoche no pude evitar sentirme como una niña a la que su mamá la mira con ojos de preocupación porque la temperatura de su hija aumenta hasta hacerla decir incoherencias bobas por la enfermedad.

Así es esto, las enfermedades nos obligan a mostrarnos vulnerables ante aquellos que sabemos nunca nos harían daño, al contrario, son ellos los únicos capaces de ayudarnos a salir adelante.

Por mi parte, es una suerte que en la escuela hayan otorgado un puente de descanso tan largo el día de hoy. No hubiera tenido ánimos para asistir a clases de todos modos.

Doris la gata está al pendiente de mí. Después de calmar a sus gatitos en su caja a un lado de mi cama, Doris se acerca a olfatearme y depositar en mi frente algunos besitos de gato. Tal vez siente mi enfermedad. Anoche se durmió encima de mi panza, ronroneando para tranquilizarme un poco. Pudo haber sido un sueño o quizás un desvario por la temperatura, pero aún tengo la sensación de su peso contra mi cuerpo.

Después de acariciar a los gatitos dormilones en su caja, voy y agarro mi lap.
Si no tengo energías para nada, al menos que mis dedos sean capaces de teclear una líneas para distraer a la enfermedad. Funciona, realmente funciona. Sin darme cuenta ya casi llene una hoja con palabras.

Miro por la ventana y solo encuentro nubes grises, no he salido en todo el día, así que no se si hace frio afuera. Parece que si o quizás no. Para mí todo el día ha estado helando.



*Derechos de la imagen a quien corresponda.


No se de que manera mi vida se transformo en la realidad que ahora estoy viviendo. Si es bueno, malo o regular.

A veces la duda se apodera de mi mente y me hace repetirme una y otra vez si las decisiones que tome en el pasado son las correctas. Tal vez lo son, tal vez no.

Es raro autodefinirse como un ser raro/a. Pero a veces no es posible encontrar alguna otra definición que sea capaz de representar todo aquello que somos o como nos sentimos.
No se ni porque tarde tanto tiempo en poder aceptar con cariño mi rareza.

Lo que si se es que me encanta ser yo, así: con mis temores, alegrías, errores, carácter, manías, respuestas, virtudes e inseguridades. 

Que la verdad siempre esconde un poco de mentira para volverse un poco más interesante y que la huella que dejan otras personas en nuestra alma es tan poderosa como para hacerte abrir los ojos ante algo que parecía invisible en tu realidad.

Porque no recuerdo quien fui, tengo una noción aproximada de quien soy y desconozco por completo en quien me convertiré. Ya no hay miedo, al menos no como al principio.

Y lo anterior tiene tantas interpretaciones como personas en el mundo, cada quien le puede otorgar el significado que prefiera.

Hoy hace mucho tiempo que no me sentía de esta manera, y la verdad es que no pienso renunciar nuevamente a volverme a encontrar.

Porque soy rara, pero no soy la única rara que hay.

Como yo hay muchos, solo que también les da miedo serlo con libertad.


-Cari Rodríguez


Imagina que todos los días, a partir de hoy, alguien decidiera regalarte exactamente $84 600 (dolares, pesos, libras, euros, lo que tu prefieras) durante todos los días de tu existencia.


Imagina también que solo tienes 24 horas para gastar ese dinero, pues no es posible que la cantidad que no gastes hoy se acumule para mañana, ni para pasado, ni para nunca. Acabándose esas 24 horas tiene que terminarse hasta el ultimo centavo de ese dinero. Tampoco puedes repartir ese dinero, es solo tuyo, para que lo gastes en lo que tu quieras. 


Suena a mucho dinero, las posibilidades son infinitas para poder hacer lo que tu prefieras. Comprar todo lo que quieras siempre y cuando no superes la cantidad inicial. El dinero no es problema ¡tienes $84 600 apenas sale el sol!


La cantidad que te di al inicio no fue tomada al azar ni fue una coincidencia que decidiera esta cifra solo porque si. Esta cantidad es el numero de segundos que tiene un día: 84 600 segundos transcurren cada 24 horas y muchos de nosotros ni siquiera lo notamos.


Cuando voy tarde a algún lugar (traducción: absolutamente siempre voy tarde) me encantaría poder tomar algunos minutos de mañana, algo así como un préstamo, para poder usarlos cuando mas necesito tiempo. Desafortunadamente (o afortunadamente) lo anterior no es posible ni para mi, ni para nadie.


Tenemos 84 600 segundos cada día, con la posibilidad de administrarlos como mejor nos convenga. No importa que hagas, eventualmente esos segundos se terminarán al final del día. 
Es ahi donde te puedes preguntar: ¿Que hice hoy?


Esos segundos, aunque de apariencia tan insignificante, en realidad, son el todo de nuestra vida. 
La misma vida que se compone de instantes, de momentos, destellos fugaces de vitalidad.



Entonces: ¿En que vas a invertir tu tiempo hoy?


Los propósitos son objetivos que nos proponemos al inicio de cada año con el fin de cumplirlos antes de que el mismo termine. Proyectos, viajes, estudios, salud, relaciones amorosas, etc.
Por lo general, los propósitos se enfocan en áreas de nuestras vidas donde no estamos del todo felices o que nos gustarían fueran diferentes para lograr ser una mejor persona o estar más conformes con nosotros mismos.

Si todas las personas tenemos propósitos que cumplir, entonces, ¿Por qué hay veces en las que los propósitos únicamente se quedan en promesas y en los 365 días que dura el año ni siquiera nos acercamos a cumplirlos? Hoy en esta entrada vamos resolver esta y otras preguntas relacionadas con los propósitos y a compartir contigo algunos tips para lograr cumplir cualquier propósito que te propongas.

En primer lugar, debemos tener muy claro que un propósito es un objetivo por cumplir.
Un objetivo es un resultado esperado y se traduce como un cambio definitivo en alguna situación planteada con anterioridad. Un objetivo es como el timón en un gran barco: es el que nos dirige hasta lograr nuestras metas.

Los objetivos se componen de tres partes:
·         Deben ser muy claros
·         Deben ser precisos
·         Deben estar enfocados en tu realidad.

¿Cómo formular propósitos efectivos?
ü  Escríbelos en un lugar donde los veas TODOS LOS DÍAS: Te ayudara a familiarizarte con aquello que deseas cambiar en tu vida. Ponlos como notas en tu computadora, en un papel en tu refrigerador, en la pantalla de inicio de tu celular, con post-its por toda tu habitación, ¡todo lo que necesites para cumplirlos!
ü  Encuentra la motivación que necesitas: si tu propósito es dejar de fumar, debes dejar muy claro por qué has decidido tomar esa decisión. Tal vez quieres mejorar tu salud, cambiar tu estilo de vida, o alguna otra. Cualquiera que sea debes tenerla muy presente porque debes saber que las costumbres que queremos cambiar son sumamente renuentes a abandonarnos de la noche a la mañana, pero con la motivación adecuada se puede cumplir todo lo que te propongas.
ü  Se muy preciso otorgando tiempos medibles a los propósitos que deseas cumplir: escribe con palabras muy claras aquello que intentas cambiar. Te daré un ejemplo: podrías decir "voy a ir al gimnasio" como ves, eso  es muy vago. ¿Vas a ir al gimnasio? Establece un tiempo de inicio, la duración de las sesiones, los días que descansaras, etc. ¡Cuánto más específico seas, mayor será tu compromiso para ver realizado tu propósito! Volviendo con el ejemplo anterior, tu propósito podría ser algo como esto: "A partir del próximo lunes voy a ir al gimnasio que esta en la esquina de mi calle, de lunes a sábado. Sacare mi membresía y en los próximos dos meses bajare 7 kilos".
ü  Asegúrate que tus propósitos son acorde a la realidad: lo anterior se refiere a que debes ser realista con lo que te propones. Por ejemplo, tu propósito no puede ser "bajar 45 kilos en dos meses". Sería muy riesgoso para tu salud (sin mencionar que es muy poco realista) y prácticamente imposible de cumplir, con lo que terminaras frustrado/a y probablemente optaras por abandonar un buen propósito solo por haberlo formulado mal.
ü  Involucra a tus conocidos haciéndoles saber tus planes para este año: cuando haces públicos tus objetivos, de alguna manera te obligas a realizarlos ¡sin excusas! porque ya has dado tu palabra en que te comprometerás a cumplirlos.

Espero que lo anterior sea de ayuda para que todos tus propósitos se cumplan este año.

Un abrazo y espero que este año sea excelente, lleno de armonía, salud y éxito en todo aquello que tú te propongas realizar.

¿Tienes que dar una presentación en tu trabajo frente a una audiencia numerosa? ¿Te toca exponer un tema frente a tus compañeros de clase pero los nervios te consumen?

Tenemos la necesidad de comunicarnos con quienes nos rodean para lograr un equilibrio armónico en nuestras relaciones, laborales, personales y sociales.
¿Pero que sucede cuando el estrés por hacerlo perfecto es tan grande que fácilmente se puede convertir en una taquicardia por los nervios de fallar?

Lo anterior, son casos extremos pero siguiendo el tema me gustaría compartir en esta entrada algunos tips para adquirir seguridad cuando se trata de hablar ante un publico sobre un determinado tema. No son de una profesional, aclaro, son técnicas que en lo personal me han ayudado mucho y que quizá también a ti puedan funcionarte.



¡Comencemos!

En primer lugar, pongamos claro lo siguiente: ¡Nos aterra ser observados
Nos incomoda sentir todas esas miradas juzgando nuestros movimientos, nuestras palabras, nuestro tono de voz, etc etc. Incuso los oradores más experimentados sufren de un breve pánico escénico antes de salir ante el publico. 

Recuerda que la única manera para que nadie te note es no existiendo, y ya que estas vivo déjame decirte que todos te notamos. Así que sentirse incomodo porque te miren, es comprensible pero no tiene que ser un motivo para sufrir de un agobiante estrés que te obligue a paralizarte y a no dar tu mayor capacidad al comunicar un tema.

Lo mejor que puedes hacer es permitirte un breve lapso de temor: deja que salgan esas inseguridades por menos de un minuto. Permítete sentirlas, experimentarlas y comprobar el grado que poder que pueden llegar a tener si tu es das la oportunidad. Después de eso, olvídalas, no permitas que vuelvan a aparecer. Y respira, siempre respira o se consciente de tu ritmo al respirar.


Lo segundo que merece la pena mencionar es: siempre conoce sobre lo que estas hablando.
Te voy a confesar que a mi los nervios me invaden cuando me siento un tanto insegura sobre el tema del que hablo. Se de donde surge mi incomodidad y por lo mismo, intento atacarla antes de que se presente. Leo mucho sobre ese tema, hago preguntas, investigo en libros en internet, incluso en las noticias si se trata de un tema reciente. De esa manera, el publico al que le estoy hablando agradece que le ofrezcan un resumen "interactivo" sobre un tema en particular al que a ellos les interesa.


Para este punto, seguro se deben estar preguntando: "Si ok, Cari. Debemos respirar y conocer nuestro tema, eso no es nuevo. Pero tu nos prometiste tips para una mayor confianza cuando hablas en publico".

Es verdad, y aquí viene el mayor tip que en mi vida ha funcionado de maravilla:
la confianza no viene en una paleta que puedas comprar en la tienda. La confianza se basa en las respuestas anteriores a las que nos enfrentamos y se quedan guardadas en la experiencia. 
Pero, la confianza se puede aprender a cualquier edad. ¡Es la verdad!

Hay niños muy seguros y desenvueltos en su entorno y eso obviamente lo sacaron del ejemplo de sus padres o algún familiar cercano al que eso de la confianza para hablar en publico se le daba muy bien.
Si usted como yo, no ha tenido la suerte de tener un ejemplo cercano donde hablar en publico sea una actividad tan sencilla como servirse un vaso de agua, entonces puede optar por buscar algún modelo de comportamiento que le sirva como una "guía" para sentirse más cómodo cuando habla.

Aclaro, no estoy diciendo que dejes de ser tu para tener mayor confianza en tu vida. Me refiero a que es valido "apropiarse" temporalmente de algún rasgo que te permita desarrollar tu propia manera para hablar en publico.
Por ejemplo, ¿Haz puesto atención a la manera en que se comunica el presidente de los Estados Unidos Barack Obama? El hombre mira a su audiencia para transmitir su mensaje, gesticula lo necesario para dar mayor énfasis a sus palabras y siempre parece absolutamente seguro de lo que dice. Jamás pasaría por nuestras cabezas que tal vez el se sienta inseguro o preocupado por lo que las personas piensen de el.
O para no irnos tan lejos, mira a cualquier actor o actriz que te agrade y observa la manera en la que se desenvuelve frente  a una enorme multitud. Piensa: ¿Que es lo que me gusta de ella/el cuando habla? ¿Su voz, su lenguaje corporal?

Incluso no tiene que ser alguien del medio artístico: Un amigo/a, un hermano/a, un primo/a, un vecino/a, un maestro/a. Alguien al que tu sientas que no se le dificulta hablar en publico y te pueda ayudar a transmitir mayor seguridad al hablar con soltura frente a una audiencia.

Finalmente, si sientes que lo anterior no funciona puedes optar por actuar con confianza hasta que tu cuerpo finalmente lo acepte.
Funciona como la sonrisa: prueba sonreír mucho rato sin un motivo aparente, poco a poco la felicidad va aparecer en tu rostro de manera natural y no forzada. 
Sucede lo mismo con la confianza. Tu cuerpo transmite un lenguaje corporal relajado y seguro que parece imposible que por dentro te estés muriendo de nervios por presentar tu tema frente a 500 personas.
¡Tu puedes hacerlo!

Y hasta aquí comparto estos pequeños consejos para hablar en publico. Dentro de poco hablaremos en este espacio sobre algunos trucos del lenguaje corporal que pueden ser de mucha ayuda cuando uno esta exponiendo frente a un publico para mostrar una apariencia segura y confiada ante nuestra audiencia. 

Un abrazo y gracias por leer (/^.^)/








Licencia Creative Commons
Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 3.0 Unported.

Seguidores