El castillo ambulante (original: Howl's Moving Castle) es una novela creada por la autora británica Diana Wynne Jones, publicada por vez primera en el año de 1986.
Narra la historia de Sophie, una joven de 18 años sin ningún tipo
de confianza en sí misma y absolutamente resignada a cumplir con lo que el
destino tiene preparada para ella por ser la mayor de 3 hermanas, sin obtener jamás ningún tipo
de prosperidad en un futuro. Por diferentes causas, la
malvada bruja del Páramo ingresa una noche a la tienda de
sombreros que su difunto padre le heredo y de la que es responsable,
convirtiendo a Sophie, mediante un hechizo, en una anciana de 90 años.
Abrumada por su suerte decide abandonar su casa y caminar hacia el
desierto en busca de algo que la ayuda a volver a la normalidad. Para su
suerte, el castillo ambulante propiedad del mago Howl aparece en su camino y se
le ocurre que tal vez él pueda ayudarla a romper su hechizo.
Sin embargo, no resultará tan sencillo. El mago Howl tiene la mala fama
entre el pueblo de ser un personaje malvado quien por las noches suele comerse
el corazón de las jovencitas que vagan solas por las calles. Además de utilizar
su magia de manera poco honesta para cumplir simplemente sus caprichos
A pesar de lo anterior, Sophie decide que no tiene nada que perder ya,
por lo que, contrario a su naturaleza tímida e insegura decide arriesgarse a
emprender su aventura en busca de una solución a su problema.
Hasta aquí termino de dar la breve introducción a la obra para no
arruinar la emoción de leerla por completo.
Si viste la película y después leíste la novela (como me paso a mí) en
todo momento buscaras seguir la línea argumental que se describe en la
pantalla. Aunque por lo general se acostumbre hacer lo anterior, aconsejo se
omita en esta ocasión pues la obra tiene una mayor variedad de personajes y
hechos que enriquecen por completo la historia de Diana Wynne Jones.
Lo
interesante de esta entrada es analizar algunas de las características más
destacables en la personalidad de los 2 protagonistas: Sophie y Howl, ambos tan
opuestos a primera vista y sin embargo absolutamente complementarios.
Empecemos
en esta entrada con Sophie.
ATENCIÓN: SPOILERS
ATENCIÓN: SPOILERS
Sophie
Hatter no difiere mucho en la versión animada que descrita físicamente en el
libro, únicamente que el color de su cabello no es café como en la película,
sino anaranjado-rojizo. Como ya se mencionaba anteriormente, Sophie es mostrada
desde el principio como una chica resignada a aceptar su triste y aburrido
destino por ser la mayor de 3 hermanas, heredar la sombrerería de su familia y
continuar por el resto de sus días haciendo sombreros para damas. Aunque tiene
un increíble talento para ello, no tarda en darse cuenta de lo tedioso y
repetitivo que esta actividad le resulta conforme transcurren los días. Cuando
decide salir un momento a la calle a visitar a una de sus hermanas, el solo
hecho de recorrer las calles la pone sumamente nerviosa y la obliga a caminar
(casi correr) para evitar ser vista por las demás personas. Su incomodidad se
puede sentir, a Sophie le aterroriza socializar. Sin duda, su carácter tímido y
reservado muestran una falta de autoestima al no sentirse lo suficientemente
capaz de ir a crear ella misma su propio destino.
![]() |
Sophie, en la version animada de Miyazaki |
Cuando
conoce a Howl, Sophie se muestra muy a la defensiva con respecto a intentar
confiar en el debido al hecho de haber escuchado los incontables rumores sobre
la supuesta maldad de los poderes del mago que las voces del pueblo esparce
como una verdad absoluta, sin embargo, entiende que tal vez él sea el único
capaz de ayudarla, por lo que, muy a su pesar decide no juzgarlo hasta poder
llegar a tener una visión propia de su comportamiento.
Para
poder permanecer en el castillo, Sophie se ofrece como la ama de llaves del
lugar para ayudar con la carente higiene en la que viven Howl, el aprendiz de hechicería:
Michael, y el demonio de fuego quien le da vida al castillo mediante un
contrato que hizo con Howl hace mucho tiempo: Calcifer.
Aunque
insiste mucho en lograr comprometer a Howl en que acepte darle el empleo de ser
la responsable en la limpieza del castillo, el mago no le da ningún tipo de
respuesta, lo que termina por confundirla por completo, pues desconoce si Howl está
o no de acuerdo con que ella se quede a vivir en el castillo.
La
anciana mujer, no duda en hacerle notar lo eficiente que es en desempeñar el
trabajo y se pone a fregar y limpiar todo el lugar. Inconsciente o conscientemente
Sophie busca de manera desesperada la aceptación del mago. Quiere que note su
existencia y que la acepte a pesar de su apariencia.
Su trato
con Howl es demasiado peculiar. Aunque Sophie está constantemente enfrentada a
los prejuicios que tenía con respecto al mago, resulta notorio que en el
transcurso de la historia va descubriendo algunas de las características más
notorias de la personalidad del hechicero. Descubre por ella misma que
realmente Howl no es malvado en el sentido que no sale todas las noches a matar
jovencitas y comerse sus corazones, puede llegar a ser gentil con las personas
que viven con él en el castillo, e incluso cobra una cantidad inferior a las
personas de bajos recursos que acuden a una de sus tiendas en busca de un
hechizo que los ayude.
Sin
embargo, Howl no es perfecto y tiene un comportamiento que nadie se hubiera
imaginado. El hombre es un donjuán sin remedio absolutamente preocupado por su
apariencia y arreglo personal, no prevé para nada su futuro por lo que gasta
grandes cantidades de dinero en ropa ostentosa, es demasiado infantil y en
ocasiones caprichudo, contesta de manera impulsiva llegando a ser grosero en
ocasiones, y rehúye por completo a tener algún tipo de compromiso que lo
obligue a renunciar a su holgado estilo de vida.
Howl hace lo que quiere y cuando quiere, algo casi inconcebible para Sophie.
Howl hace lo que quiere y cuando quiere, algo casi inconcebible para Sophie.
Conforme
transcurre la historia, Sophie aprende a aceptarse y quererse a ella misma de manera paulatina.
Su
mentalidad logra expandirse al observar las situaciones desde otra perspectiva,
y por lo tanto, logra abrirse un poco más emocionalmente al conocer a otras
personas y compartir con ellos la historia que cargan en sus hombros. Deshecha poco
a poco los temores que la acosaban cuando era joven y se da cuenta de lo tonta
que llego a ser al descubrirlo hasta su vejez. Aunque en toda la obra no deja
de repetirse a sí misma lo inútil que es para hacer las cosas bien.
Es pues,
Sophie, uno de los personajes más complejos y a la vez tan fascinante lo que en
mi opinión la vuelve una increíble protagonista en esta historia. Lo
fascinante en ella es su comportamiento reservado y la capacidad de cambio que
le ofrece la autora al final de la historia. Cualquiera que en algún momento de
su vida se haya sentido a merced de las fuerzas del destino, temeroso de las
personas a su alrededor o simplemente incapaz de lograr algo por el mismo se
puede identificar con Sophie.
Ella
representa esos temores que nos impiden avanzar a construir nuestro propio
destino, y a la vez, nos muestra que solo nosotros decidimos que queremos que
nos suceda.
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Es importante mencionar que SOPHI envejecía cada que se sentía insegura y por el contrario, recuperaba su imagen juvenil al mostrarse más decidida, segura y queriéndose y aceptándose cada vez un poco más.
ResponderEliminarToda la razón, el cambio en la mentalidad de Sophie respecto a su autoconfianza y seguridad se reflejan de manera directa con su apariencia. Muchas gracias por tu comentario, un abrazo enorme :D
EliminarUn artículo muy intersante, ¡Enhorabuena! :D
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