COSAS QUE SIEMPRE QUISIMOS DECIR SOBRE: la palabra Pendejo




Lo que mejor se hacer es hacerme pendeja. Es un hecho (o al menos eso es lo que seguramente piensa mi mamá cuando ve que hago con mi vida de "escritura sin futuro").

¿Pero qué significa exactamente hacerse pendejo?
Es chistoso, pero esta palabra tiene tantos significados como personas que la utilizan a diario y sin darse cuenta.

Para algunos es un insulto imperdonable, algo que merece incluso agarrarse a los golpes para demostrar que tan equivocado esta quien osó llamarnos de esa manera tan despreciativa y quien dudo de nuestras capacidades de razonamiento y lógica. "Estas pero si bien pendejo"
Para otros más es una palabra tan común y carente de significado ofensivo que resulta más un tipo de adjetivo para reconocerse entre amigos muy cercanos. "Ese pendejo de ahí es mi hermano. Es bien chido."

En mi caso, una definición de pendejo es algo así como flojo que se niega a resolver sus problemas porque le gusta vivir con ellos. Le gusta invitarlos a quedarse en su vida tanto tiempo como sea posible, no importa que tan grandes o complicados se vuelvan, el pendejus conchudus (latín que me acabo de inventar) se complica la existencia porque le gusta sentir la adrenalina. Le gusta vivir con la preocupación de saber que tiene que resolverlo, pero siempre será mañana. El hoy es para disfrutarse, el mañana es para preocuparse.

Incluso la palabra pendejo tiene cierto toque prohibido al pronunciarla. Suena agresiva, demandante y con un aire de superioridad de quien emite la palabra a quien la recibe. Cuando los niños la dicen en presencia de un adulto es similar a escuchar la peor de las majaderías en nuestro idioma. Se les reprende a los infantes convenciéndolos de haber cometido una falta enorme al dejar escapar de sus labios una palabra tan sucia. ¿Sucia?

Los adultos la dicen con la mayor de las impunidades. Tal vez es uno de los pocos beneficios de crecer: el poder decir pendejo con la mayor de las libertades.

A nadie le gusta saber que los demás piensan que somos nos pendejos, nadie quiere ser un pendejo. Es malo para nuestro Ego el descubrir que nos tienen en la definición de pendejos.

Pero hay de pendejos a pendejos: están aquellos que son felices y que no lastiman a nadie con juicios de valor emitidos por creerse superior a los demás. Y están los pendejos que se creen superiores (por cualquier causa) que las personas a su alrededor.

¿Yo? Soy feliz sabiendo que tal vez soy una pendeja (tal vez si, tal vez no). ¿Y si lo soy qué problema existe? Soy feliz al compartir esta pequeña pero liberadora reflexión acerca de mi particular opinión acerca de la palabra pendejo.

¿Y para ti, que significado le das a la palabra pendejo?


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