Mostrando entradas con la etiqueta Buenos tiempos. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Buenos tiempos. Mostrar todas las entradas

Yo pensaba que era alguien arriesgada. Alguien que se atrevía a desafiar lo que las personas esperan que sea de alguna u otra manera.

Yo pensaba que no le temía a los cambios, que les hacia frente con una sonrisa en mi rostro mirando burlona los retos que las nuevas situaciones me enfrentaban.

Yo creía que contaba con una especie de inmunidad divina. 
Que las desgracias se mantendrían muy lejos de mi vida o la de mi familia.

Yo pensaba que estaba preparada para todo. Que las situaciones de riesgo eran otro simulacro cualquiera.

Yo pensaba que jamas iba a crecer. Que los adultos envejecían poco a poco mientras yo continuaba inmóvil a través de los años.

Ahora que lo pienso, yo estaba equivocada.

No es malo, solo es complicado.
Es darse cuenta que no eres todo lo que creías ser.
Duele darse cuenta de un momento a otro que tienes mas debilidades de las que te gustaría reconocer.
Que quizás eres mas vulnerable de lo que pensabas.
Que no todo es tan fácil como imaginabas.

Hay que cambiar las ideas, re-direccionar los esfuerzos y tal vez con el tiempo, nos podremos dar cuenta que eso que creíamos no era mas que nuestro deseo infantil de superación.






Hace 21 años que llegue a este mundo y cada día soy una persona diferente.

Para ser sincera, cada etapa de mi vida la recuerdo de una manera diferente a como mis conocidos atestiguan haberla presenciado. Por ejemplo, cuando tenia 5 años según mi memoria yo era una niña muy tranquila y obediente, al menos creo que esa etapa fue la más tranquila pues no tenia obligaciones ni preocupaciones de ningún tipo. Yo era feliz, o al menos eso recuerdo yo.
Según mi mamá yo era una niña muy enojona, que guardaba en mi alma una molestia permanente. Era como si yo me encontrará a disgusto conmigo misma o con las personas que me rodeaban.

No concuerda su descripción con la mía, pero, tomando en cuenta mis dotes imaginativos (y que siempre me ha gustado exagerar un poquito la realidad) creo que su descripción en cuanto a mi a una tierna edad de 5 años es más realista que la mía.

Cuando estaba en secundaria, era una niña solitaria, confundida, tímida, con poca autoestima y con muy poca capacidad de hacer amigos. Verdaderamente tenia muchos problemas para integrarme con mis compañeros y hacer un grupo de amigos. Tomando en cuenta que apenas comenzaba a caerme el veinte sobre mi sexualidad y la manera en que yo no podía aceptar ser diferente, eso era una gran presión para mi. Aunque admito que jamas cruzo por mi cabeza algún pensamiento que atentara contra mi misma. De alguna forma, yo sabia que todo eso iba a pasar, o que al menos no iba a continuar así por el resto de mi vida. En esta etapa, yo no tenia un propósito, o al menos no había descubierto mi misión en esta vida. me daba igual morir muy joven. (Típicos dramas de adolescentes).

Fue cuando entre a la prepa, cuando poco a poco decidí cambiar mi vid ay mi actitud con las personas. Para este punto yo ya tenia mas o menos claro quien no era, pero aun faltaba conocer quien si era. Pasaron muchas cosas que me ayudaron a conocerme. A descubrirme a mi misma y a aprender a quererme tal y como soy. Ocurrieron muchos cambios (sobre todo en mi apariencia). Decidí abrirme mas al mundo, pero al parecer al mundo no le interesaba conocerme. Ahí empezaron los problemas, algunas personas que se sentían molestas conmigo únicamente por mi peinado, mi actitud, mi personalidad. Incluso llegaron a agredirme verbal y físicamente con tal de hacerme entender que nadie podía aceptarme como yo era.
En su momento me pareció horrible, y lo mas horrible era que yo había decidido hacerles caso.

A mediados de mi estadía en la universidad, decidí que ya había sido suficiente. Ya no quería seguir viviendo con un nudo en el estomago. Ya no quería seguir escondiéndome cuando alguien preguntara por mi, ya no quería seguir dando excusas cuando alguien preguntaba por aspectos íntimos de mi vida. Decidí dejar de actuar y me atreví a ser yo misma.
No crean que fue algo mágico y trascendental que se noto de la noche a la mañana, no.
Fue mas un acuerdo conmigo misma que se vio reflejado de manera inmediata en mi rostro, en mi sonrisa, en mi paz y en mi tranquilidad.
Hoy, doy muchas gracias por todo lo que he vivido pues realmente no seria hoy la persona que se pone a teclear esto con una sonrisa en su rostro al recordar con humor todo lo que antes le avergonzaba.

Es verdad, las fechas de cumpleaños nos recuerdan que no somos las mismas personas que hace varios años pero también nos dan la oportunidad de festejar nuestro propio renacimiento.

Mi cumpleaños me emociona demasiado, me alegra muchísimo el haber tenido la oportunidad de nacer en esta época, disfrutar del aquí, del ahora, del hoy.

Hace 21 años yo nací, hoy mismo yo decido renacer.

“Con frecuencia se me acusa de vivir enamorada del pasado, tu sabes, de las canciones de otros tiempos, el estilo de vida que tenían las familias hace unas cuantas décadas atrás, lo sencillo que resultaba vivir sin tantas preocupaciones que en la actualidad nos matan poco a poco. Vivir sin esa presión que nos atormenta hoy en día.

¿Sabes una cosa? Tienen razón. Hubiera preferido haber vivido mi vida en un tiempo más alejado de la actualidad.

No me malinterpretes, quiero aclarar lo anterior.


Quisiera haber vivido en esos tiempos de locura y experimentación por la vida. Donde las oportunidades para salir adelante eran más reales y aumentaban dependiendo de cuanto empeño le dedicaras a lo que tú quisieras lograr. Donde era posible lograr un nombre a base de trabajo duro y esfuerzo, no a tener un buen apellido conocido en un partido político o ser amigo del sobrino del cuñado del primo del presidente.



Donde a los jóvenes se les consideraba unos incompetentes sociales para lograr un cambio en su país. Ser testigo de lo equivocadas que estaban esas voces al formar parte de la generación de hombres y mujeres que tuvieron que luchar por su derecho a ser escuchados. A hacer valer su opinión.

Seguidores