Parece que cada día que pasa, nuestro mundo parece empeorar
un poco más.
La gasolina aumenta, los precios también. Nuestra realidad
parece un reality show cada vez más bizarro, donde se vuelven estrellas
personas sin nada positivo que ofrecer.
Celebramos lo irreal, pero nos quejamos que cada vez todo
luce más falso.
Ahí vamos, preocupandonos por cosas externas a nuestro control y dejando de hacer las cosa que si podemos manejar.
Quejándonos de los demás sin darnos cuenta de nuestros defectos.
Intentando ser mejor que los demás, y los demás intentando ser mejor que nosotros.
Todos inmersos en el mismo ciclo sin fin.
Te presionas por sacar buenas calificaciones, terminar la
carrera, conseguir un buen trabajo, a alguien que te amé (o ya de perdido
alguien que no se aburra tanto contigo), conseguir un aumento, comprar una
casa, trabajar más para comprar un buen carro, agradarle a gente que ni conoces.
¿Por qué?
Porque de esa manera se vive la vida, al menos es la vida
que se nos enseña a desear.
No es malo, pero quizá hay algo más.
Estar en silencio, ir a pasear, pintar, dibujar, escribir,
cantar, viajar, conocer gente interesante, gritar, correr, vivir para ti.
¿Qué nos espera este 2017?
¿Alegría? Mucha
¿Risas? A montones
¿Decepciones? Si, tal vez muchas y por causas ajenas a
nosotros.
¿Frustración? Un poco, no te lo voy a negar.
¿Esperanza? Sí, es la más importante.
¿Aventuras? Muchísimas
¿Experiencias? Todas las que tú quieras vivir.
Pero sobre todo, sabiduría.
2017 será un año increíble, eso te lo puedo asegurar.