Mañana de oportunidades en unas cuantas lineas

Una mañana, desperté con la sensación de no ser yo.

¿Habría muerto en un sueño y tenia la oportunidad de renacer junto al amanecer?

Salí de la cama lentamente, cada movimiento me permitía tener conciencia de lo que ocurría en mi "nuevo"cuerpo.
Me mantuve de pie, sintiendo el peso de mi cuerpo por primera vez. Era extraño, pero se sentía más ligero, como si todo el peso de los complejos se hubiera ido también.

Levante la mirada para toparme con mi reflejo, proyectado sobre el espejo del viejo tocador de mi recamara. No pude evitar sonreír, me gustaba lo que veía: era lo que siempre quise ser y jamas creí posible que algún día me convertiría.

Sin poder evitarlo, sonreí con más ganas. No era una de esas sonrisas tímidas que toda mi antigua vida había utilizado, no. Esta sonrisa era sincera, no era una disculpa con el mundo por no se lo suficientemente perfecta para el, era una sonrisa de orgullo, de confianza, de satisfacción.

Así estuve un buen rato, sonriendo como tonta frente al espejo.
No era yo, yo siempre había vivido con miedo: de las personas, de sus juicios infundados, de los estereotipos, de los peligros (reales o imaginarios) que mi mente todos los días inventaba, del fracaso, de mis capacidades, de mi valor, de lo que era capaz, de lo que podría crear, de ser ignorada, de ser el centro de atención, de no ser lo suficientemente buena (¿para quien?),de todo el mundo, pero sobre todo, de mi misma.

La antigua yo de inmediato habría buscado una explicación pesimista sobre aquella maravillosa oportunidad de cambio que de manera repentina se presentaba, pero yo no. Simplemente lo aceptaba, sabia que de alguna manera me lo merecía. Después de todo, ¿cuantas personas pasan toda su vida buscando esta paz que ahora en mi cuerpo se presentaba?

-Ese es mi problema- dije en voz alta -Siempre estoy juzgando cada uno de mis pensamientos.-
Inmediatamente me corregí.
-Ese ERA mi problema, ya no soy la de ayer ni tampoco soy todo lo que temí ser.
Soy una segunda oportunidad para permitirme ser feliz.