Recuerdo inexistente

Existen millones y millones de personas en este mundo. Algunas de ellas con la fortuna de nacer en un hogar con todas las facilidades económicas resueltas, otras tantas sin conocer el significado de vivir bien. 
De cualquier forma y sin desviarnos del tema hay tantas personas como estrellas visibles a nuestros ojos en el cielo y ninguna de ellas se parecen entre si.

El origen de todo se resume con la siguiente pregunta: ¿Que es lo que nos hace ser merecedores de un recuerdo en la vida de otra persona?

A veces me he planteado esta misma cuestión en mis momentos de cotidianidad con tintes de locura rutinaria. Parece increíble pero hasta la fecha no he encontrado respuesta a tan simple (en apariencia) cuestión. Me pongo en el lugar de los que me rodean, y trato con todas mis fuerzas de suponer que es lo que a mi muerte será recordado por los demás:


¿Serán mis gestos?
¿Mis acciones?
¿Mis ideas?
¿Mis locuras?
¿Mis tonterías?
¿Mis palabras?
¿Mis cuentos?
¿Mi actitud?
¿Mi personalidad?


Sin duda alguna, lo que se quedará en el inconsciente colectivo serán mis errores. Porque los errores de otros son más sencillos de recordar que las victorias o aciertos que haya conquistado.
Tengo infinidad de recuerdos gratos y maravillosos en compañía de personas tan asombrosas que parece imposible contarlos a todos. Sin embargo, se que llevo conmigo lo más valioso que me pudieron compartir en su momento: una invaluable lección que me ha ayudado a cambiar de manera positiva algún aspecto de mi vida.

Sería mucho de mi parte el pretender siquiera una mención como esta en la vida de otro ser humano, únicamente espero ser recordada como alguien que decidió vivir su sueño y que murió convencida de haber dejado este mundo mejor de como lo encontró. Tal vez eso sea suficiente para merecer ser recordada.


Licencia Creative Commons
Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 3.0 Unported.

Related Posts

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores