Hace unos días en la universidad a la que asisto se llevó a cabo
un foro de mercadotecnia que se festeja de manera anual con fin el competir con
el alumnado algunos de los temas más importantes en relación con su carrera traídos
de la mano de exponentes que trabajan alrededor del mundo, el más destacado fue
sin duda Chumel Torres, creador del Pulso de la República.
Entre otras cosas, señalo la importancia
de hacer algo conforme transcurre tu vida sin esperar a iniciar a egresar de
tus estudios, sin duda una motivación para todos los que asistieron a
escucharlo.
Con motivo de ese ánimo, varios de mis
compañeros decidieron emprender los proyectos que tenían guardados en el fondo
de sus archiveros y dar inicio a una nueva aventura en este mundo de las
comunicaciones por internet (entiéndase Blogs, uso de las redes sociales y demás
herramientas para mantenernos en contacto hoy en día).
Comento lo anterior con fin de compartir
una experiencia que me ocurrió hace unos días y que sin duda me dejo muy
confundida por la manera en la que aconteció.
Una chava, creo su primer videoblog y decidió
colgarlo en su Facebook personal.
Como aún teníamos la euforia
"post-Chumel", creí que sería buena idea dejarle un cometario para
felicitarla por el valor que se necesita para emprender proyectos de este tipo
y subir tu trabajo para compartirlos con todas las personas que visitan a
diario YouTube. Hasta ahí todo bien.
A los dos minutos de la acción de la chava
del videoblog, uno de mis contactos decidió publicar su opinión en su muro para
expresarse en contra de lo malos que resultaban los videos de los
"pseudo-Bloggers" intentando emular a un profesional como lo es
Chumel. Obviamente me molesto su comentario. Así que siguiendo el patrón de decir lo que se piensa sin expresar
claramente a quien va dirigido, decidí responder a su comentario con otro
comentario en mi muro. Entre otras cosas mencionaba la importancia de permitir
a los demás hacer sus ideas sin interferir con ellas o argumentar que te han
robado una idea cuando tú nunca la has puesto en marcha. Además de expresar mí
apoyo total a mis compañeros por atreverse a iniciar y dar el primer paso en lo
que sea que se propongan.
Quede muy satisfecha con mi comentario y creí
que los demás se sentirían identificados con lo que acababa de postear, cuando
de pronto (Chan...chan...chan...chan) me manda un mensaje la primera chica del
blog para reclamarme por qué la estaba atacando de esa manera cuando lo que
ella quería era solo iniciar su proyecto (WTF!).
La verdad mi comentario nunca pensó en
herirla o siquiera estaba pensado para que ella lo malinterpretara de esa
manera. La chava se portó muy amable, pero igual no dejaba de ser un reclamo.
Después de mucho disculparme porque ella
hubiera malentendido mi mensaje, ofrecí de buena voluntad hacer promoción a su videoblog en mi cuenta de Facebook, para que viera que no era nada en contra de ella
o a su trabajo.
Después de releer mis palabras, caí en la
cuenta que mi comentario si sonaba demasiado agresivo si te ponías en el lugar
de ella (además el momento en que lo publique parecería que si era en respuesta
a su vídeo)
Lo anterior me hizo reflexionar varias
cosas:
- La facilidad para que tus palabras sean malinterpretadas por terceros
- Que el que quiere ayudar a veces sale más perjudicado
- Las personas a veces están sensibles y creen que los demás los estamos atacando (ni en cuenta, como en mi caso).
- Las personas que leen lo que publicas acomodan tus palabras a su beneficio
- A revisar mejor antes de dar clic en "publicar"
- Lo sencillo que resulta enojarnos con las personas cuando se carece de un contexto
- preciso y el lenguaje corporal de nuestro interlocutor para evitar malentendidos
- Y por último, que cuando lanzas una indirecta a Facebook se compara con arrojar una granada al aire. Muchos saldrán lastimados, menos la persona para quien era tu mensaje originalmente.
Espero que lo anterior ayude a alguien para sentirse identificado con alguna situación parecida a la que aquí se presenta.
Los leo a todos con muchísimo cariño y les mando un abrazo a cada uno de ustedes C:
Enojarse por malentendidos es muy frecuente en estos días |
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